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El acelere del Sangivin y del Blafray marcan la pausa frente a mi teclado para volar pluma sobre lo que el año viejo nos dejó.
Rutina, desde 1985, denominada Relato Anual, antes enviado por correo a mis allegados, ahora partido en capítulos y compartido con mis lectores. 
Arranquemos hablando del planeta enfermo mental donde vivimos. ¡A votar se ha dicho! 4,200 millones de terrícolas sufragaron en 75 elecciones. La sombra de Trump les restó notoriedad a muchos acontecimientos. Como cuando el hijue Putín se reengancha por 6 años más (ya van 24); cuando asesina a su opositor Navalny (próximamente en Netflix); cuando México elige a su primera mujer presidenta, con apellido difícil de pronunciar; como cuando María Corina le evidencia al mundo su contundente triunfo sobre el chavismo.
El foco mundial se lo robaron los decibeles de la ruta hacia la White House, con el fenómeno del candidato republicano, culpable de 34 acusaciones en su contra, acaparando mi atención la estrella porno de nombre apropiado (Stormy Daniels), prostituta del ahora 47 presidente de USA (mucho más guapa la Melanía). 
Más decibeles, el 27 de junio, gracias al fiasco de Sleepy Joe en su debate con el amante de la Stormy. También; el 13 de julio, en la víspera de la convención republicana, cuando le roza una bala en el oído, seguida de un francotirador en el campo de golf. “Ni que fuera gato” incrédula la lorita Pepita.
Increíble que hasta el 21 de julio tiró la toalla el necio de Biden, demasiado tarde para construir, como Dios manda, un candidato, una estrategia y una campaña para darle jaque mate a su archienemigo. 
Entran en escena JD Vance (40) y Tim Walz (60), el viejo vs el joven, pasado vs presente; queda claro en cual confiaron los votantes.
En paralelo, el mundo sigue ardiendo. El 24 de febrero se cumplieron 24 meses de la invasión rusa a Ucrania. Dimes y diretes políticos a ver quién ayuda a Zelensky. Como que se va a joder con Trump, aunque hayan 10k norcoreanos peleando a la par de los rusos.  Como siempre, los civiles pagando los platos rotos.
Muy caro los están pagando también en Gaza; se pasó la raya huevos de toro Ben, quien tiene orden de captura en 124 países. Culpable de las escenas más horríficas del año, destrucción, muerte, hambre y dolor. Que irónico: Los gringos tirando en Gaza comida que salva vidas, y regalando armas que las matan. 
Arde también el Líbano, Israel vs Hezbollah. Movida maestra, del Mossad, al colocar explosivos en 5k beepers, que le volaron los sesos a 30 enemigos. Antesala de bombardeo preciso que eliminó la cúpula de Hezbollah, seguida por invasión y, noticia de última hora, un frágil cese al fuego de 60 días.
La de San Quintín también se armó por bombardeo a los Hutíes en Yemen, piratas ahijados del ayatola. Y puede escalar, en cualquier momento, luego de que el ayatola en venganza por bombardeo israelí de su embajada en Damascos roció de misiles Tel Aviv, y huevos de toro respondió.  
En este lado del mundo, civiles haitianos muriendo en manos de las maras que tienen de rodillas a Port Au Prince, obligando a renunciar a dos primeros ministros. “Au revoir ” la lorita en francés pateado.
En Guate, tomó posesión Bernardo de Semilla, pero como que no ha germinado. Ecuador, sin duda próxima serie de narcos, derramó demasiada sangre, culpa de la demanda insaciable de cocaína. Honduras recibe la noticia: condenado su ex narco presidente JOH en NY.
Menos tétricas las noticias de protestas antisemíticas, y contra el sobre turismo pues este año se superaron los viajes prepandemia. 
Yo estoy por superar el límite de palabras por lo que, a pesar de tanta locura, cierro cantando… Yo no olvido el año viejo / porque me ha deja’o cosas muy buenas… Seguimos el próximo martes.