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Las amenazas arancelarias de Trump ponen en jaque al comercio

México y Canadá serían los países más afectados. En C.A. golpearía vía la inflación; aunque para la presidenta de COEXPORT hay que esperar para ver si habrá impacto. 

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Las amenazas de Donald Trump de imponer aranceles a las mercancías que entran en Estados Unidos supondrían un duro golpe a la liberalización comercial en el mundo y podrían dinamitar el tratado de libre comercio que existe en Norteamérica desde 1994, mientras China sería la economía menos perjudicada y Europa se prepara por si acaso.

El presidente electo de Estados Unidos ha anunciado un recargo del 25 % a todos los bienes importados desde México y Canadá, así como un arancel adicional del 10 % a los productos chinos, hasta que estos países -que son sus principales socios comerciales- frenen la llegada de inmigración ilegal y drogas, en particular el fentanilo, lo que tendría consecuencias económicas para todos ellos.

Es de esperar que los aranceles estadounidenses produzcan una nueva oleada de disputas comerciales en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que puede autorizar sanciones.

Las diferencias se dirimen en una suerte de tribunal comercial, cuya última instancia está bloqueada desde 2019 porque EUA se niega a autorizar el nombramiento de nuevos jueces, lo que provoca que una de las principales disputas comerciales nacidas en la anterior Administración de Trump (2017-2021) -la mantenida con China por la imposición recíproca de aranceles- aún esté en el limbo en la OMC, como otros 30 conflictos comerciales entre distintas economías.

“Con el sistema de disputas bloqueado sin funcionalidad, los miembros de la OMC están tomando cada vez más la justicia por su mano y esto ha minado en gran medida el supuesto equilibro comercial”, analiza en declaraciones a EFE Keith Rockwell, investigador de la Fundación Hinrich que trabajó durante años en esa organización con sede en Ginebra.
 

Impacto en Centroamérica
 

Los aranceles estadounidenses a México, Canadá y China afectarán el comercio internacional,  y elevarán los precios en Centroamérica, que tendrá que “reposicionarse” impulsando la integración regional y el nearshoring, dijeron a EFE analistas. 

“Cuando Estados Unidos aumenta aranceles, esto tiene unos efectos en la economía mundial. Esto sería un retroceso al modelo económico de la década de 1970, el llamado sistema de sustitución de importaciones, en donde cada país se cerró a las importaciones y lo que pasó fue un desastre mundial. Y luego de la globalización eso es peor todavía”, indicó el economista y catedrático panameño, Felipe Argote.

A lo interno de Estados Unidos, un efecto inevitable de las trabas al comercio será la escalada de la inflación, dijo a EFE el economista panameño, Carlos Araúz, un extremo que también destaca Argote al señalar que los aranceles de Trump, combinado con su promesa de expulsar a millones de inmigrantes, encarecerá aún más la mano de obra en ese país.

Y en ese contexto, Centroamérica se verá afectada porque le compra mucho a Estados Unidos y “va a recibir la inflación importada” del gigante norteamericano.

Estados Unidos es la principal fuente de importaciones de Centroamérica, con un total de $31,531.1 millones en 2023, seguido de China ($15,917.1 millones) y México ($8,069.6 millones), según el Sistema de Estadísticas de Comercio de Centroamérica.

A juicio de Araúz, Estados Unidos “va a hacer que el mundo retroceda 100 años en materia de intercambio comercial” con una política de aranceles que será insostenible y le conducirá a “momentos muy complejos”, por lo que “eventualmente cambiará”.

“Y mientras eso ocurra, Panamá y la región tiene que reposicionarse. La interacción y la integración centroamericana y del Caribe es importante, y además el nearshoring, específicamente hacia el Sur, pero también hacia la Unión Europea y el oeste de Europa”, añade.

Para la presidenta de la Corporación de Exportadores de El Salvador (COEPORT), Silvia Cuéllar si se cumpliera lo propuesto por Trump, “en cierta forma, esto nos puede dar una ventaja, en el sentido de que podríamos aprovechar más el 'nearshoring' pues somos competencia con México”, explica.

Y sobre todo, considera que hay que esperar. “¿Nos va a poner aranceles a nosotros? Eso no lo sabemos. Creo que todavía es atrevido. Pero, confiamos en que eso no va a suceder, pues tenemos una buena relación de amistad, cooperación y comercio entre ambos países”, recalca.

Preocupación en México
 

Uno de los países que sería más afectado por la medida es México. Tras el anuncio de Trump, Moody’s ha rebajado a la mitad, al 0.6%, el pronóstico de crecimiento de la economía mexicana para 2025.
Estados Unidos es el país al que México envía el 80%  de sus exportaciones, en su mayoría componentes de automóviles, vehículos ligeros, camiones, procesadores de datos y tractores, según la Secretaría de Economía de México.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha respondido a Trump con una carta en la que advierte de que “a un arancel vendrá otro en respuesta y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes”, lo que causaría en ambos países un repunte de la inflación y pérdida de empleo.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha augurado la destrucción de 400,000 empleos en Estados Unidos, ya que las empresas más afectadas en México son totalmente o en parte estadounidenses -General Motors, Stellantis y Ford-, lo que para el país vecino supone “un tiro en el pie”.

Canadá teme una recesión

El temor en Canadá es que incluso unos aranceles del 10 % costarían a la economía canadiense alrededor de un 1%  de su PIB, mientras que un recargo del 25 % sumiría al país en una profunda recesión, lo que ha llevado al primer ministro, Justin Trudeau, a convocar una reunión de emergencia con las provincias del país para acordar una estrategia.

De momento, las provincias canadienses, capitaneadas por Ontario -la más industrial y centro del sector del automóvil de Canadá- respaldan desmantelar el actual tratado de comercio trilateral, T-MEC, para que Washington y Ottawa negocien un acuerdo bilateral sin México.

El director del Instituto de Investigación Económica Regional y profesor asistente de Economía de la Universidad Florida Gulf Coast en EUA, Amir Neto, señaló a EFE que la imposición de aranceles entre los tres socios norteamericanos supondrá “el fin del acuerdo de libre comercio”, aunque considera que nadie sabe si Trump está lanzando un farol para extraer concesiones de México y Canadá o si es una amenaza real.
 

Las cifras del comercio.
Las cifras del comercio.

China y Europa a la espera

Mientras que La Embajada china en Washington ha afirmado que “nadie ganará una guerra comercial o arancelaria” y ha criticado las acusaciones de Trump sobre el papel del país asiático en el tráfico de drogas.
El viceministro de Comercio de China, Wang Shouwen, ha asegurado que serán los consumidores estadounidenses los que acaben pagando esas tasas.

“Como los aranceles los pagan los consumidores y usuarios en el país importador, se traducirán inevitablemente en (...) un aumento de la inflación”, ha apuntado.

La maquinaria aglutina casi la mitad de los $500,243 millones que China exportó a Estados Unidos en 2023, un 13.1 % menos que el año anterior, con bienes destacados como  equipos de transmisión, los ordenadores, los componentes para máquinas de oficina o las baterías eléctricas.

Estimaciones de la consultora Capital Economics cifran en hasta un 1.1 % del PIB chino el hipotético impacto de aranceles estadounidenses de un 60 %.

La firma prevé que China apostará por dejar que su moneda, el  yuan, se deprecie para amortiguar el impacto, pero limitando el descenso “y no provocar a Trump”.

La Comisión Europea está dispuesta a cooperar con la futura Administración Trump, pese a lo cual Bruselas creó hace un año un grupo de trabajo para analizar las consecuencias de las elecciones estadounidenses y está  “preparada para todas las posibilidades”, según dijo a EFE el portavoz de Comercio, Olof Gil.

Los sectores europeos que más afectados por un eventual aumento de los aranceles serían el farmacéutico y el automovilístico, los dos que más exportaron a EUA en 2023, según Eurostat.

Todo ello mientras la UE y EUA, bajo el Gobierno de Joe Biden, tampoco han cerrado las antiguas disputas abiertas durante el anterior mandato de Trump por los aranceles al acero y al aluminio o a la aceituna negra española, y mientras la guerra comercial por Boeing y Airbus está congelada, por ahora, hasta 2026.

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