Según los vecinos, el camión recolector pasa apenas unas dos veces al mes, lo que ha derivado en promontorios de desechos y problemas de salud.
La falta de recolección de desechos sólidos está afectando a miles de familias del Proyecto Santa Teresa, en San Martín. Los pobladores denuncian que, desde el año pasado, la alcaldía recoge la basura solo de forma esporádica, pasando el camión recolector apenas unas dos veces al mes.
"El problema de la basura se ha agravado en los últimos meses, la gente que vive cerca de los contenedores de basura ya no aguanta el mal olor, y los roedores se han incrementado. Yo pago impuestos a la alcaldía y no me dan un servicio adecuado. Acá se viene el invierno encima y ya no se va a soportar todo esto que genera la falta de recolección de basura", dijo José Isaac Acosta, uno de los vecinos afectados.
En el sector B de la colonia se ubican dos centros escolares, en uno de ellos un promontorio está justo enfrente. Los pobladores señalan que los principales afectados son los alumnos, ya que durante la semana pasan a la par de estos focos de contaminación.
Para tratar de manejar de mejor manera la acumulación de desechos sólidos, los vecinos han colocado contenedores en la entrada de cada pasaje. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, los problemas relacionados con los promontorios persisten.
"Hemos buscado respuesta en la alcaldía sobre esta problemática pero hasta la fecha nadie nos responde y la recolección de impuesto por este servicio siempre está al día. Pedimos que se regule el servicio porque cuando llueve, las bolsas despiden líquidos que contaminan las calles y el sector. Aparte que las bolsas se van en la corriente y todo eso va a parar a las zonas más vulnerables", agregó Luis Maravilla, otro de los afectados.
En la zona, los padres de familia reportan que varios de sus hijos han enfermado de diarrea y vómitos como consecuencia de la contaminación generada por los desechos acumulados. Esta situación se agrava debido a la presencia abundante de moscas, cucarachas y roedores en el área.
La deficiente recolección de la basura y la formación de promontorios no es, sin embargo, el único problema que enfrentan por estos días los residentes del proyecto Santa Teresa.
Los vecinos recordaron que llevan más de un mes sin agua potable, una situación que los obliga a comprar barriles de agua a precios que oscilan entre los $1.25 y $2.00, lo que representa una carga económica extra para las familias.
Algunos han optado por colocar contenedores en la entrada de los pasajes para evitar tener que transportar el agua ellos mismos, mientras que otros prefieren pagar $1 a un mozo para que se las lleve hasta sus hogares.
La Prensa Gráfica publicó a inicios de abril que la colonia, en la que habitan más de 8,000 personas, había cumplido un mes exacto sin agua potable, luego de que el único pozo que abastecía el lugar y que había facilitado la cooperación italiana cumpliera su vida útil.
Los vecinos revelaron entonces que no tenían los $18,000 que costaría una eventual reparación sin garantías del motor que activaba el pozo, ni mucho menos los $175,000 que implicaría la perforación de un pozo nuevo.
El día de la publicación, la Administración de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) envió al menos nueve pipas para surtir de agua a la comunidad y días después se comprometió a brindarles herramientas para el sistema de pozo, aunque sin detallar si estas serían para reparar el ya existente o para la construcción de uno nuevo.
"Nosotros hacemos lo que podemos y ya estamos buscando una solución que sea a largo plazo. Estamos trabajando con varias entidades para solventar esta situación, pedimos paciencia que se va a hacer algo bueno y solicitamos que nos colaboren siempre", expresó ayer el representante de la directiva de la Asociación Comunal de Agua Potable y Alcantarillado Santa Teresa (ACAPASAT), Julio Ortiz.
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