A septiembre la deuda total de El Salvador marca un nuevo récord; esta creció en $2,149.35 millones. Solo la deuda previsional llegó a los $10,318 millones. Economistas consideran que la tendencia alcista continuará para hacer frente al pago de intereses.
La deuda total de El Salvador ya superó el techo de los $31,000 millones según los datos del Banco Central de Reserva (BCR). A septiembre esta sumaba $31,261.86 millones; esto implica un crecimiento anual de 7.38% o $2,149.35 millones versus septiembre de 2023.
De este gran total, $19,752.6 millones son parte del Sector Público No Financiero (SPNF) y $10,318.81 millones implica la deuda previsional.
“Si uno toma en cuenta el PIB que puso el Ministerio de Hacienda para el presupuesto de 2024 de $35,737 millones la deuda sería de 87.5% del PIB” dice el economista Luis Membreño y explica que El Salvador es el país con la tasa de endeudamiento más alta de la región.
Asimismo, el economista explica que ha variado el peso que tiene la deuda externa y la deuda interna. En años anteriores, la relación era de hasta 70% (deuda externa) a 30% (deuda interna). “Es hasta este gobierno que la deuda interna ha pasado a ser más alta que la deuda externa”, detalla.
En 2019 la deuda interna era de $9,827 millones (incluyendo el FOP) y la deuda externa era de $9,981 millones, pero hoy $12,817 millones son deuda externa y $18,450 millones son deuda interna, un 44% más, dice. “Como se ha pasado de depender a la deuda interna, eso tiene un efecto significativo sobre la liquidez del país, porque antes eran recursos que se podían utilizar para el sector privado”, agrega.
La deuda externa ha subido en un año en $738 millones (6.33%); mientras que la deuda interna ha crecido $1,303 millones, un 7.6%.
La deuda que ha bajado es la de corto plazo, después de la estrategia de pasarla a mediano y largo plazo. Así, el año pasado a septiembre esta sumaba $2,390.2 millones y este año llegó a $1,347.6 millones.
Según datos del Ministerio de Hacienda y sin tomar en cuenta la deuda previsional, que es la tercera parte de la deuda total, la deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) sumó $19,752.6 millones.
De esta, los principales acreedores son: principalmente inversionistas en un 58.1% y un 33.6% es deuda multilateral.
Hasta septiembre, los bonos emitidos en el extranjero sumaban $6,919.1 millones y los bonos internos eran de $4,850.1 millones.
En el reporte de Hacienda también señala que en la deuda del SPNF un 26% paga tasas arriba del 9%; y un 20% paga tasas de entre 8 y 9%. Asimismo, de esta deuda un 37% tiene tasas que van desde los 11 a los 20 años y un 15% tiene plazos que van arriba de los 20 años.
¿Y la gestión de pasivo?
La estrategia del gobierno ha sido la de reperfilar deuda, tirar los plazos hacia adelante y parte de ese mecanismo ha implicado, este año, tres anuncios de recompras de deuda. Pero aún así, el peso de la deuda sigue creciendo y para los economistas, crece aún más el servicio de esa deuda, es decir los intereses que se tendrá que pagar por ella.
“Con el nivel de deuda que tiene El Salvador desde hace ratos es inevitable que la deuda vaya subiendo; si queremos que la deuda ya no suba tenemos que generar superávit fiscal y mientras sigamos teniendo déficit, la deuda va a seguir subiendo”, explica el economista y expresidente del BCR, Carlos Acevedo.
Para Acevedo la maniobra estatal de recomprar deuda implicará, en un mediano y largo plazo, más dinero porque los intereses son más altos, pero asegura que “de todas las alternativas que hay de gestión de deuda, la de la recompra es la menos nociva, porque la otra sería emitir más deuda como en el pasado”.
“La gestión de pasivos no la veo más que en cuanto a la diferencia en plazos. Pero esta gestión le ha incrementado el costo al gobierno porque los LETES pagaban 8.25% y los bonos de 7 años pagan 9.5%; y la otra gestión que han hecho con bonos internacionales que antes pagan 7.7% y hoy 9.5%. Realmente no se ve que le ayude al gobierno a manejar el costo, sino a manejar los plazos. Lo mismo es con la deuda de pensiones”, agrega Membreño y explica que en el caso de pensiones aún no es explícito.
¿Es alarmante tener este peso de deuda? Para Acevedo lo “alarmante está en función de la capacidad de pago” y explica que sería peor que si no hubiera recompra de deuda, ni reducción de déficit fiscal y en ese contexto El Salvador está creando condiciones para mejorar ese manejo.
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